La detención la pasada semana en la Península de 53 implicados en una red de venta de productos prohibidos para engordar vacuno "que no ha afectado a Balears" ha vuelto a levantar la voz de alarma entre los consumidores que ven cómo con estos casos aumentan las dudas sobre la calidad de la carne que consumen. Ante ello las conselleries d'Agricultura y Sanitat han lanzado un mensaje a la tranquilidad señalando que tanto una como otra realizan exhaustivos controles, dictados por un plan nacional, que garantizan la carne que se produce en las Islas.
Agricultura, además de realizar controles sobre las enfermedades de declaración obligatoria del ganado, controla un posible uso de sustancias legales, por si superan el límite permitido, e ilegales (el clembuterol es el más conocido) para el engorde del ganado a través de muestras de pelo.
Por su parte, los veterinarios de Sanitat realizan los controles desde que el animal entra en el matadero "con una revisión antemortem" hasta que sale descuartizado listo para su comercialización. A lo largo de toda la cadena son sometidos, uno por uno, por parte del veterinario a una inspección macroscópica ocular que permite identificar por el color el posible uso de sustancias prohibidas para engordar el ganado. Posteriormente, se realizan análisis aleatorios sobre las reses. En el caso de que den positivo "la carne ya ha sido vendida y nada se puede hacer" se comunica a Agricultura para que inspeccione la granja.