La residencia de la tercera edad y centro de día Sant Vicenç de Paül, beneficiarios de las ayudas solidarias de la convocatoria de 1998, que otorga Sa Nostra, recibió la visita ayer de Maria Salleras, directora de Cáritas Mallorca, y Miquel Alenyà, director de la Obra Social i Cultural de Sa Nostra.
Esta residencia de Cáritas se dedica a la acogida de personas de más de 65 años que se hallan en situación de grave soledad, abandono familiar y pobreza. En la actualidad, el centro acoge a 50 personas.
La gestión de esta residencia está encomendada a la congregación der las Hijas de la Caridad, tiene una plantilla de once personas contratadas y recibe la ayuda de quince voluntarios. El centro cuenta con servicio médico propio, servicio psicológico, de asistencia social y apoyo afectivo, capilla y servicio religioso voluntario y talleres ocupacionales.
En la residencia, los internos realizan diversas actividades destinadas a mantenerse activos, tales como cerámica, pintura, modelaje, costura, jardinería y clases de piano, además de acciones de tiempo libre y ocio.