La Empresa Municipal de Transportes ha decidido renovar su actual flota de autobuses por otros más ecológicos que funcionan con un sistema mixto de gasóleo y electricidad. Así, la Comisión de compras del consejo de administración ha recibido el encargo de adquirir las primeras doce unidades, cuatro de ellas articuladas. Más tarde, a medida que se vaya renovando la flota, se irán comprando nuevos autobuses de este tipo. Al año, la empresa da de baja entre diez y quince unidades.
La idea es que estos nuevos autobuses funcionen con el sistema de gasóleo mientras cubren las zonas de barriadas y que cambien al sistema eléctrico en cuando entren en el centro de la ciudad, es decir, de Avenidas hacia dentro.
La empresa considera que esta es la mejor solución que se puede adoptar para reducir la contaminación que provocan los autobuses clásicos, sobre todo si se tiene en cuenta la imposibilidad tecnológica de emplear autobuses totalmente eléctricos. «Se trata de una medida tomada básicamente por razones medioambientales, pues económicamente viene a ser lo mismo», explicó el presidente de la EMT.