El Govern balear, a través de la Conselleria d'Agricultura, Comerç i Indústria, ha impulsado en los tres últimos años una inversión inducida en la mejora de infraestructura rural que supera los 3.640 millones de pesetas. Estas obras de mejora, que requieren la participación en forma de inversión de los propios agricultores, se centran básicamente en tres actuaciones principales, la reforma y rehabilitación de caminos rurales; las obras de electrificación y, por último, la mejora de regadíos, suministro de aguas potables y reutilización de aguas residuales depuradas.
Así, y en lo que respecta a caminos rurales, la inversión inducida (la que incluye las subvenciones oficiales y la inversión obligada de los beneficiarios) entre los años 1996 y 1998 fue de 2.175 millones de pesetas, de los que 1.591 corresponden al Plan de mejora de caminos rurales. En lo que respecta a la electrificación rural, la inversión inducida en los tres últimos años ascendió a los 900 millones de pesetas.
Las obras de acondicionamiento de la red de acequias de Sòller, con obras presupuestadas en 89'4 millones de pesetas, y las de la red de Fornalutx, con un presupuesto de 37 millones, fueron las actuaciones más destacadas del programa de mejora de los regadíos, inciativa que ha generado una inversión inducida total de 142 millones de pesetas.
Dentro de las actuaciones orientadas a la reutilización de agua depurada, con una inversión inducida cercana a los 284 millones de pesetas, destaca la terminación de los trabajos de control y seguimiento de las zonas regables del Pla de Sant Jordi, con un presupuesto de 109 millones de pesetas. A esta acción hay que añadir los 150 millones que cuesta, aproximadamente, el proyecto de ampliación de la red de riego del Pla de Sant Jordi.