Un año más, las escalinatas de la Seu fueron el escenario de la representación del «Via Crucis» de Llorenç Moyà, una obra que en su décimocuarta edición se ha convertido en toda una tradición en la Semana Santa de Palma.
El público, un año más, respondió masivamente y centenares de personas aprovecharon el buen tiempo de ayer para agolparse en las inmediaciones de la escalinata para seguir la representación de la obra, que monta la compañía Taula Rodona bajo la dirección de Adolfo Díez.
Pocos cambios respecto al pasado año, pero la misma fuerza y la misma pasión que siempre. Y es que los miembros de Taula Rodona, con los años, han afinado bien el producto y consiguen conmover al público que, un año más, despidió a los actores con un cerrado aplauso de agradecimiento por el esfuerzo realizado.
El alcalde de Palma, Joan Fageda, presidió la representación de este auto sacramental, que se inició puntualmente a las 12.00 horas con la salida de los actores de la Plaça de Cort.
Entre el público es de destacar la presencia de numerosos turistas que, sorprendidos, se encuentran con la representación y la siguen con interés y extrañeza. Con la cámara de fotos o de vídeo no quisieron perderse ningún detalle de esta obra que reconstruye, en catorce escenas, la pasión y muerte de Cristo.