El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas "SEPLA" ha convocado y está llevando a cabo una nueva huelga, exclusivamente en Iberia, no secundada por los pilotos de las restantes compañías españolas y con unos servicios mínimos más en consonancia con las auténticas necesidades del tráfico aéreo en estas fechas. Como hemos venido repitiendo siempre, el derecho a la huelga debe ser compatible con el interés general que no debe ser perjudicado por la actitud de uno de los colectivos laborales más privilegiados y mejor pagados del país, cuyas reivindicaciones ya comienzan a ser cada vez más confusas e inexplicables. Y, por supuesto, inadmisibles dados los enormes perjuicios que causan a los usuarios de la navegación aérea.
El mero hecho de escoger la Semana Santa para ejercer su derecho a la huelga ya demuestra, muy claramente, que lo que pretenden los pilotos de Iberia es hacer el mayor daño posible, no a la compañía, sino a los ciudadanos que dedican estas cortas vacaciones para tomarse un descanso y, la mayor parte de las veces, para volver a sus tierras de origen por motivos familiares.
Por ejemplo, los estudiantes que, como el resto de viajeros, han tenido que espabilarse y escoger otros medios alternativos. En nuestro caso, otras compañías más afortunadas en sus relaciones con los pilotos o la vía marítima. Hemos de agradecer, por lo menos, que nuestros servicios mínimos, dada nuestra condición insular, sean prácticamente del cien por cien, aunque la actitud de pilotos y la situación en otros aeropuertos también han afectado sensiblemente los tres aeropuertos insulares.
Por supuesto que el SEPLA puede convocar y llevar a cabo una huelga, pero no se librará, tampoco, del libre ejercicio del derecho a la crítica por insolidarios, prepotentes y poco cívicos.