El Parlament balear aprobó ayer las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT) en el último plenario de la legislatura. Jaume Matas, que anunció en agosto del pasado año su intención de poner freno al crecimiento urbanístico en Balears, logró ayer que la Cámara autonómica aprobase uno de sus proyectos «estrella», pero no consiguió, en cambio, el consenso con el resto de fuerzas políticas reclamado desde hace meses. La votación de las Directrices comenzó a las 11 de la mañana y concluyó después de las 2 de la tarde. Durante la primera parte de la votación "después de cada hora había un descanso de cinco minutos" se produjo la ausencia involuntaria en el plenario de Carlos Cañellas, que al principio de la tramitación de las DOT ya había manifestado su oposición al proyecto de ley. Cañellas intentó incorporarse a la votación, pero fue imposible. Tuvo que esperar a que comenzase la segunda parte de la votación para poder votar.
Al margen de este incidente, el PP votó en solitario "con el apoyo de Joana Vidal, la diputada expulsada por los populares hace tres años" las Directrices de Ordenación del Territorio. Los populares aceptaron, finalmente, cinco de las más de 300 enmiendas presentadas por la oposición, que no cambian sustancialmente el texto inicial. Las Directrices impiden construir a menos de 500 metros de la costa, prevé desclasificaciones de suelo urbanizable, la expropiación de edificios obsoletos e impide crear nuevos núcleos aislados. Sin embargo, la oposición considera que la ley es insuficiente y cree que se trata de una iniciativa engañosa.