Entre el plató y la pasarela
No todo es llegar a Madrid y besar el santo. Puede ser mucho más duro que eso. Hace unos días, un joven modelo, Toni Costa, Mister Baleares'98, así lo reconoció. «Llevo aquí unos cuantos meses, y como no hagas famoseo, o no te marches a Milán, lo tienes difícil». Y, claro, no todos aceptan lo de hacer famoseo o ir de fiesta en fiesta dejándose ver, o irse a Milán diciendo estoy aquí porque he venido, porque como no tengas un buen boock no haces nada.
Carlos Madrigal, Top Model España, hace unos años hizo la maleta y se fue a Madrid. A modelar. Y a base de paciencia, sacrificios y estudios, está haciendo cosas. Menos de las que él quisiera, pero bastantes más que otros que, como él, lo están intentando. Incluso ha viajado a Milán, por cuyas pasarelas ha desfilado, y no le han ido mal las cosas.
Pero, inconformista él, sigue luchando, intentándolo, porque como te duermas te pasa lo que al camarón, que se lo lleva la corriente y a poco tiempo que pase, nadie se acuerda de ti.
Carlos, que ya tiene un amplio book, conocido por numerosas agencias tanto españolas como italianas, francesas y neoyorkinas, alterna sus estudios con la pasarela y el plató, pues por segundo año trabaja en ¡Sorpresa, sorpresa! como azafato «y no para darme a conocer, sino para poder sobrevivir, pues vivo en Madrid y eso supone un elevado coste». ¿Que por qué estudia también Arte Dramático? «En primer lugar "señala", porque siempre es bueno saber algo más, y en segundo, como ahora está de moda que los actores pasen moda y los modelos sean actores... pues también lo hago por eso. Porque uno no sabe dónde está la oportunidad, o por qué lado te puede venir».