La joven menorquina Patricia Ballesteros demostró que su empecinamiento de no querer abandonar Chile a pesar de la orden de expulsión que pesaba sobre ella tenía sentido y fundamento. Ayer por la noche, a las 23.00 horas en Menorca y 19.00 horas en Santiago de Chile, la Sala II de la Corte Suprema aprobó por unanimidad el amparo solicitado por la joven por lo que no será expulsada del país.
Las primeras reacciones no se hicieron esperar. Desde Menorca su madre, María Vidal, expresaba la alegría por el fallo judicial, (que anula la orden del tribunal de Concepción) y el orgullo por la labor realizada por Patricia. «Se lo merece, se lo merece por haber luchado tanto», eran las únicas palabras que podía decir.
Con este dictamen, la Corte Suprema, (máximo órgano judicial del país sudamericano), permite que Patricia pueda volver a Chile una vez que haya descansado de la vorágine de las ultimas semanas.
De momento, y según comentaba su madre, la joven viajará hasta Menorca en el vuelo que sale de Santiago el próximo viernes por lo que su llegada a la Isla menor está prevista para el sábado por la tarde o domingo por la mañana, según las combinaciones aéreas disponibles. La noticia causó también una enorme alegría en los defensores de la causa del pueblo mapuche, seguidores que han apoyado a Patricia desde que se decreto la orden de expulsión.