El president del Govern balear, Jaume Matas, mostró ayer su satisfacción por haber logrado normalizar la vida política de Balears durante los 1.000 días de su gestión. Matas, acompañado por los integrantes de su gobierno, directores generales y secretarios generales técnicos del Govern, pasó balance a su trayectoria desde que fue elegido presidente en 1996 para sustituir a Cristòfol Soler. «Hemos hecho cosas que no se pueden olvidar fácilmente», subrayó Jaume Matas después de la proyección de un vídeo en el que se recordaron los puntos básicos de la gestión del Ejecutivo autonómico durante estos tres años.
«Un presidente debe sacar adelante un programa y resolver los problemas de los ciudadanos, y creo que eso es lo que hemos intentado hacer durante estos años», señaló Matas, quien no ocultó que cuando llegó al Govern «partimos de un punto inicial de inestabilidad, sobre todo en las instituciones, que era muy perjudicial». Matas admitió que «la oposición también ha colaborado en la normalización de la vida política de Balears».
El president del Govern reconoció que a lo largo de sus 1.000 días de gestión «hemos tenido que priorizar asuntos». «Podría hacer un lista completa de los temas pendientes», subrayó Matas, quien puso como ejemplo que aún se haya culminado la línea ferroviaria hasta Artà o el hecho de que muchos ciudadanos de Balears aún no tengan trabajo.