El alcalde de Palma confirmó ayer con rotundidad que «según el informe realizado por los técnicos de Urbanismo que le ha sido entregado no existe ningún impedimento legal, desde el punto de vista urbanístico, para ampliar la superficie del Mercat de l'Olivar restando metros a la plaza pública.
De este modo, Joan Fageda ve cada vez más cerca lograr una solución que satisfaga a todos los gremios presentes en el mercado, después de meses de enfrentamiento al negarse a aceptar los pescaderos el traslado de sus puestos de la planta baja al primer piso tal y como plantea el proyecto aprobado por la Unión de Usuarios.
No obstante, pese a la ausencia de impedimentos legales, el primer edil reconoció que «para aprobar esta ampliación deberá seguirse una tramitación compleja y todavía los técnicos están estudiando qué forma tomaría esta ampliación».
Según esta solución, los puestos de pescados podrían mantenerse en su ubicación actual -ocupan 1.000 metros cuadrados en la planta baja-, donde se ha calculado que caben pese a la reordenación de pasillos y novedades previstas por el proyecto de reforma interior.
Los puestos que en estos momentos ocupan la primera planta del mercado -charcuterías, carnicerías, salazones, etc- serían trasladados a la parte ampliada, que será más o menos de las mismas dimensiones que la zona ocupada por las pescaderías. Y, por último, la primera planta quedaría libre para la instalación de un supermercado.