La Platja de Palma, a vista de taxista
Estoy convencido de que un taxista con una cámara de fotos podría ser el mejor reportero, ya que la noche, sobre todo, y los escenarios que suele visitar a lo largo de su jornada, son los más propicios para que se dé la noticia, no siempre afortunada.
Por ello hemos recurrido a uno de estos profesionales del volante que, aunque sin cámara, guarda en la retina de sus ojos los numerosos problemas que a diario, sobre todo en verano, se encuentra en uno de los marcos más conflictivos de la ciudad, la Platja de Palma.
Él es Sebastià Ramis Moranta, por otra parte un veterano taxista, uno de los muchos que ayer se encontraban en Cort, tratando de reivindicar sus derechos, que nada tienen que ver "o tal vez sí" con lo que apuntamos de ahora en adelante.
Según Sebastià Ramis, hay noche en los meses de los Keegel Club que por determinadas calles no se puede transitar «debido a que la gente las invade sin que nadie ponga orden en ellas».
Los quieren llevar a las obras
Me cuentan que cuando lleguen en Semana santa, les quieren poner el casco del «trabaje, pero seguro», para que visiten las obras de la Universiada. Pues no está nada mal la idea, no, y más cuando la Infanta es presidenta de honor del evento.
El alcalde, las fotos de Son Sant Joan y la taxista
Me contó Tomás Monserrat que ayer por la mañana una taxista le mostró al alcalde de Palma la página de este diario en la que aparecen dos fotos, obra de Joan Torres, donde se le ve a él, a Pau Mateu y otros, a las tantas de la mañanita del pasado viernes, haciendo cola en Son Sant Joan, esperando que llegue un taxi, que llegó tres cuartos de hora después; fotos, por otra parte, oportunísimas y periodísticas, y mucho más cuando la guerra entre un sector de taxistas y el Ajuntament está más que declarada, como pudieron comprobar ayer los ciudadanos que intentaron pasar por la Plaça de Cort, y no pudieron, por estar cortada por una sentada de los susodichos.