El vicepresidente de la Gran Asamblea Nacional de Turquia, Uluç Gurkan, en declaraciones a los medios de comunicación hizo ayer un llamamiento a los dirigentes políticos europeos para que no presionen en el juicio contra Abdalá Ocalan. Al respecto Gurkan apeló a la necesidad de que los países de la UE respeten el proceso que se sigue contra el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, porque las interferencias externas podrían derivar en «odios raciales».
Uluç Gurkan manifestó que Ocalan, quien ha reconocido los cargos, «sería culpable en todas las democracias y en todos los estados de derecho del mundo». «Pedimos a nuestros amigos europeos que, por favor, no nos presionen, porque nosotros no tenemos la tradición del odio racial, somos diferentes. Ustedes ya han pasado por esa desgracia en Europa y nosotros no queremos vivir la misma tragedia (en referencia a la antigua Yugoslavia)», advirtió el representante turco.
Sobre este mismo tema y en concreto sobre la cesión de la cámara legislativa vasca para la celebración de una reunión del denominado Parlamento kurdo en el exilio se pronunció ayer en Palma el presidente del Parlamento Europeo, José Mª Gil Robles. «Es para ser suave, una equivocación», dijo. «El llamado Parlamento en el exilio no es tal, porque un Parlamento es una asamblea que proviene de unas elecciones y en el que están representados múltiples partidos». «A lo otro se le puede poner el nombre que se quiera, pero no es un Parlamento», aseveró.
Gil-Robles, que habló ante una audiencia donde estaban presentes los presidentes de los parlamentos israelí y de la Autoridad Nacional Palestina, manifestó que «estamos todos de acuerdo en que hoy la cooperación política se ha de reactivar y que todos los Estados del proceso de Barcelona tienen que comprometerse a apoyar la entrada en vigor de los acuerdos firmado entre la OLP e Israel».
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