La Cursa la ganó el favorito, el artanenc Benet Martínez, a lomos de Nomurita, una magnífica yegua que adquirió hace no mucho a uno que la trajo de San Sebastián. Y ganó bien a Truji, montado por Bernat Ramis, de Costitx, que quedó a un par de cuerpos, el cual, a su vez, superó a los tres restantes sin problemas. El último en entrar, Simón Pérez, sufrió una caída sin importancia.
Todo esto sucedió pasadas las once, con las gradas repletas de un público expectante ante lo que sin duda era la prueba reina de la Diada. Tras un recorrido al circuito saludando al respetable, y una vez que hubieran dado otra vuelta de reconocimiento, los jinetes colocaron a sus caballos en la linea de salida y... ¡Comienza la carrera! Benet, a quien a través de la megafonía habían dado como favorito, enseguida se puso a la cabeza y así terminó, a la cabeza, 58 segundos, 18 décimas después, seguido, como se ha dicho, de Truji y de los demás.
El president Matas, que había entregado los premios a todos "al ganador medio millón de pesetas y al caballo la manta de vencedor", permitió, en un magnífico gesto, que fuera Maria Antònia Munar quien entregara el premio al jinete de Truji, de Costitx, segundo clasificado.