La totalidad de los alcaldes del PP alaban la figura de Gabriel Cañellas pero la mayoría considera que el partido debe seguir evolucionando. El propio alcalde de Alcúdia, Miquel Ramis, cree que «es una lástima que Gabriel Cañellas no haya acabado la legislatura». «En el PP somos generosos y cabe todo el mundo, y no podemos prescindir de él, pero hemos de evolucionar y cambiar», manifestó Ramis. El alcalde de Inca, Pere Rotger, respeta la decisión del ex presidente y piensa que Cañellas ha querido ser coherente con sus ideas y con el programa que defendió en el 95.
Rotger apuntó que «estoy en la línea del presidente Jaume Matas ya que, a pesar del programa tenemos un compromiso con la sociedad, se está evolucionando y tenemos la obligación de dar respuestas». En el mismo sentido se manifestó Jaume Font, alcalde de Sa Pobla, quien recordó que «los planteamientos de hace 20 años han cambiado». La alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, definió a Cañellas como «un gran político y muy valioso».
Catalina Sureda, alcaldesa de Manacor, opinó que la dimisión de Cañellas «puede ser negativa para el PP». «Creo que lo mejor hubiera sido que dimitiera cuando lo hizo de presidente», destacó.