Las conselleries de Treball i Formació i Educació del Govern están acabando de adaptar a las necesidades de Balears el segundo Plan de Formación Profesional aprobado a nivel nacional con el objetivo de que se ponga en funcionamiento el próximo curso académico.
Este tendrá ya en cuenta las necesidades del mercado laboral de las Islas y las demandas existentes en módulos formativos y que hasta ahora venían impuestos desde Madrid. Esta imposición provocaba que en las Islas se estuvieran estudiando oficios de poco calado en la estructura empresarial balear y por el contrario se dejaran de lado otros estudios con mayores posibilidades de empleo.
Sin embargo, como explica el titular de Treball i Formació «el problema es que cuando llega el mes de marzo muchos jóvenes abandonan los estudios porque prefieren hacerse camareros y de esta forma obtienen una retribución inmediata». Para evitar esto, uno de los objetivos del Govern es conseguir que «todos» los empresarios «exijan el certificado de Formación Profesional (o educación obligatoria) antes de contratarlo».
De esta forma, según el conseller, «ganaríamos en calidad y acabarían los chicos el ciclo formativo». Esta exigencia podría ya ser un hecho a partir del próximo curso con el desarrollo del nuevo Plan de Formación Profesional.