La nieve no deja de ser nunca sorpresa en Mallorca y cuando en ocasiones, como ayer, cubre, además de las montañas, numerosos pueblos de la Isla, la sorpresa es todavía mayor.
La comarca de Inca tuvo ayer un despertar blanco y a medida que las gentes comenzaban a despertarse la emoción iba creciendo en casi todos los hogares. Las escenas se repetían, porque los que aún no se habían levantado de la cama lo hacían inmediatamente alertados por sus familiares.
En Inca, sobre las doce de la mañana un leve manto de nieve empezó a cubrir la ciudad y el espesor de la nieve era todavía mayor en pueblos de la Serra de Tramuntana como Mancor de la Vall, Caimari y Selva. La carretera de Lluc tuvo que cerrarse, en el cruce de Caimari, durante unas horas, debido al intenso tráfico, ya que al coincidir la ola de nieve y frio en día festivo, muchas familias quisieron aprovechar el día para realizar una pequeña excursión a la nieve.
En otros municipios, como Consell y Alaró, vieron también cómo la nieve cubría sus calles, aunque fue en las montañas en donde la nieve caída llegó a acumularse hasta alcanzar mayor grosor. Pollença fue uno de los municipios en el cual no pudo verse el manto blanco que cubrió casi toda la Isla, por lo que la carretera para llegar hasta Lluc permaneció abierta al tráfico de vehículos durante todo el día.