Algunos incluso hablan mallorquín y muchos bailan ball de bot. Son descendientes de baleares, nietos de personas que en su día abandonaron las Islas para buscar suerte o fortuna en países de América Latina. Un grupo de 64 jóvenes ya se encuentra en Palma para participar en la III Trobada de Joves Descendents de Balears, unas jornadas que les permitirán profundizar en sus raíces y conocer in situ algunos de los lugares donde vivieron sus antepasados.
Rosa Estaràs, consellera de Presidència, afirmó que uno de los objetivos de esta trobada es «fomentar el asociacionismo juvenil y difundir la cultura y lengua de las Islas en Argentina, Cuba, Uruguay, República Dominicana, Venezuela y también en México, donde se acaba de establecer el nuevo centro, ya que son los países que más emigrantes de Balears recibieron desde principios de siglo».
Los jóvenes permanecerán durante 15 días en Balears, tiempo que dedicarán a participar en cursos de catalán e informática y a asistir a clases de ball de bot y expresión corporal, a talleres de cocina, y charlas sobre conductas de riesgo, y visitarán lugares como el Monasterio de Lluc o las cuevas del Drac.
Todos están orgullosos de ser descendientes de baleares.
Con estos encuentros se quiere ayudar a los participantes en el intercambio de experiencias útiles, para después aplicarlas en los casals, y en el conocimiento de los lugares donde vivieron sus antepasados, explicó el director general de Joventut i Família, Toni Pastor.