El Tribunal Superior de Justicia de Baleares reconoce, en su sentencia de 19 de enero de 1998, la capacidad del Ajuntament de Palma para regular los horarios, calendarios, descansos y vacaciones del servicio de taxi, según informó ayer el concejal de Governació en Cort, Joan Bauzá.
El TSJB recuerda la sentencia del Tribunal Supremo, de 15 de diciembre de 1982, en la que se afirma que «... son los imperativos inherentes a la idea de servicio público los que impiden la prevalencia de la libre voluntad de los titulares en su organización (...) y es ésta consideración de servicio público la que justifica que esta actividad, aunque en manos de particulares, tenga que estar sometida a una reglamentación y a una organización supraordenada de la voluntad de quienes, desde su perspectiva personal, sólo ven en el servicio un instrumento de un negocio privado». En consecuencia, el TSJB refrenda la tesis del Supremo de que «... la actividad del transporte de personas en vehículos automóviles (...) no puede desarrollarse en un marco de plena libertad».
Por ello, el tribunal falla en contra de las pretensiones del recurrente, la Asociación Empresarial de Auto-Taxi y Auto-Turismo de Baleares, en cuanto a la impugnación del acuerdo de pleno de 27 de junio de 1996 en el que se establece el sistema de turnos y horarios laborales y reconoce que el Consistorio dispone de cobertura normativa para dictar el reglamento y de capacidad para aprobar la norma reguladora, permitiéndole determinar horarios, calendarios, descansos y vacaciones.
Pero, en cambio, la sentencia le da la razón al recurrente al declarar «contrario a derecho el artículo 27.1 del Reglamento del taxi -también impugnado-, aprobado en el pleno de 11 de julio de 1996». Es decir, que la patronal impugnó la obligación a los conductores de cotizar con dedicación a jornada completa y la sentencia falla que «la materia de Seguridad Social no es competencia municipal, ni es competencia su control».
Cort pedirá la opinión de los vecinos sobre el cambio
del color de los taxis
El concejal de Governació, Joan Bauzá, informó ayer de que la Pimem
ya ha presentado en el registro municipal sus propuestas de cambio
al blanco del color de los taxis. «Han presentado varios modelos,
que sólo varían en la orientación de la franja central que es del
color de la bandera autonómica, pero que en uno caso es vertical y
en otro horizontal», explicó.
A partir de ahora, el Ajuntament estudiará cada una de ellas, pero el edil responsable advirtió que «no tomaremos ninguna decisión sin antes consultar con el propio sector y con las entidades vecinales, porque consideramos que son parte afectada y también tienen algo que decir en este tema».