Los ciudadanos de Palma podrán disfrutar de los primeros servicios de la nueva tarjeta ciudadana a partir del próximo mes de abril. Y la primera función que ésta permitirá será el pago del transporte público, primero autobuses de la EMT y poco después taxis, pues en estos momentos ya se están fabricando, en Finlandia, las máquina que serán instaladas en toda la flota de autobuses municipal.
La entrada en marcha de las tarjetas supondrá la desaparición del bonobús, aunque habrá un periodo de dos o tres meses en los que convivirán ambos sistemas. Además, permitirá el transbordo de una línea a otra, si bien está por decidir las líneas afectadas y las condiciones en que se podrá realizar.
Según información del concejal de Hacienda en Cort, también está ya en marcha el diseño del software para las máquinas de la ORA y ya se están construyendo en Bélgica las nuevas máquinas para la aplicación de esta ordenanza, que sustituirán a las que ya están obsoletas y con el tiempo a todas las demás.
Cada una de estas tarjetas tendrá una duración media de 5 ó 6 años y se podrá conseguir de forma gratuita en el Ajuntament. Las primeras tarjetas se comenzarán a distribuir a finales de marzo o abril y a medida que se vayan añadiendo servicios se podrá ir recargando.
Ya se han gastado 30 millones
Además de lo expuesto, la tarjeta del ciudadano permitirá, a través
de la red de cajeros automáticos de La Caixa y Sa Nostra, acceder a
todo tipo de información municipal, general y personalizada, el
pago de impuestos, funcionará como tarjeta monedero para el pago en
el pequeño comercio, el pago de servicios municipales, la emisión
de certificados de residencia y funcionará también como cualquier
tarjeta Visa, entre otros servicios. Esta iniciativa, pionera en el
país, ha costado hasta la fecha 30 millones al Consistorio, pero
Àlvarez prefiere no adelantar el coste total hasta que se llegue al
final del proceso. No obstante, informa que los bancos son los que
corren con muchos de los gastos, «como por ejemplo, con las dos
terceras partes de los costes de inversión o de la campaña de
marketing».