Las balas de basura acumuladas en el depósito de Son Reus desaparecen a un ritmo de 500 toneladas por día. Con tal rapidez incineradora, la empresa Tirme ha conseguido quemar ya la mitad de más de 60.000 toneladas que se habían acumulado debido a que la planta de Son Reus no tenía capacidad para quemarlas.
Según los cálculos que ha realizado la empresa Tirme, en este momento quedan por incinerar unas entre 28.000 y 30.000 balas de residuos sólidos urbanos. Las previsiones de la empresa incineradora es que a lo largo del mes de enero se quemen unas 18.000 toneladas de estos residuos.
A partir de febrero, se bajará el ritmo de eliminación de esta basura acumulada. Ese mes, Tirme prevé incinerar unas 10.800 toneladas. En marzo habrá desaparecido del todo el monumental espectáculo de la basura embalada junto a la planta incineradora. Ese mes se quemarán las 3.000 toneladas restantes de residuos y se habrá acabado con el problema.
Tirme ha realizado estas previsiones de incinerar las balas antes de que comience la temporada estival. En el mes de marzo se produce un incremento de los residuos habituales por lo que la planta incineradora no tenía capacidad para quemar los excedentes.