Se llama Petra Truneckova y, lo crean o no, tras ese nombre se esconde una mallorquina de pura cepa. Nacida en Chequia, viajó muy pronto a la Isla donde creció y comprendió que con un cuerpo tan bien moldeado como el suyo podría continuar, cuando menos, la tradición familiar que llevó a su madre a ser reconocida como una de las grandes modelos de la pasarela checa. Pero Petra quería algo más. Mucho más.
Desde pequeña se había sentido atraída por el mundo de la música. En Palma hizo sus pinitos aportando su voz a The New Flesh, un conjunto nacido en pleno auge britpop, y le gustó tanto la experiencia que se lió la manta a la cabeza y partió hacia Madrid para demostrar que tras ese cuerpazo de mujer cañón "objetivo constante de los productores que prometen el estrellato con la misma facilidad con que se desabrochan la bragueta" se esconde la que podría ser el revulsivo que precisa el panorama rockero de final de siglo.
Tiene 25 años, se define como una Leo «pura y dura» y su teléfono anatómico es el 88-61-91, «con el 971 delante», apunta, aunque lo haya cambiado temporalmente por el 91 de Madrid. Un perfecto juevert (julivert), pronunciado con absoluta naturalidad al otro lado del hilo telefónico, garantizan la denominación de origen de nuestra paisana, que se aventuró a cruzar el charco en busca del éxito. Tras un primer reportaje en «Quo», este mes comparte protagonismo con Natalia Estrada, Elsa Anka y Gerhard Schröder en las páginas de «Man».
El periódico Ultima Hora les ofrece una interesante entrevista a esta joven modelo.