Hasta su adolescencia vivió en Palma, al final de las Avenidas, muy cerquita del mar. De niña fue a su clase Carlos Fabiani, vecino de escalera suyo, para más señas, hoy codiciado modelo. Desde siempre sintió la llamada de los escenarios, estudio ballet, hizo sus pinitos como actriz y un día voló muy lejos, a Estados Unidos, buscando nuevos escenarios, una escuela donde le enseñaran a moverse mejor sobre él y, sobre todo, oportunidades.
Araceli Jover, que pertenece a una familia de artistas, está convencida de que algún día encabezará el reparto de una película con nombres de postín. De momento, ya ha dado el primer y lo ha hecho de la mano de Wesley Snipe, en «Blade», una película de vampiros, cuyo rodaje duró cuatro meses, «de los cuales yo trabajé tres», y que hasta hace pocas fechas ha estado en la cartelera palmesana. Ella hacía de vampiresa rematadamente mala, con final trágico: muere a manos del bueno, atravesada, creo. Un digno final para tan indigno personaje, que ella borda. «Es una muerte corta "recuerda". A mí me hubiera gustado prolongarla algo más».
Ahora Araceli, Arly "así figura en los repartos", ha vuelto a Palma, a pasar las Navidades con su familia, y se ha traído a su novio, Charly, metido también en el mundo del cine, en dibujos animados.
Arly cree en la suerte en el trabajo, «pero también has de ofrecer crédito y algo de talento, y sobre todo creer en ti mismo».