Las asociaciones de vecinos de Camp Rodó y Cas Capiscol-Son Busquets anunciaron ayer su intención de reclamar al Ajuntament de Palma toda una serie de compensaciones «por los perjuicios que va a ocasionar a nuestras barriadas el convenio firmado entre el Consistorio y el Ministerio de Defensa».
En primer lugar, los representantes vecinales presentaron ayer en el registro municipal la solicitud de entrevista con el alcalde de Palma, al que solicitarán que reconsidere el convenio. Pero conscientes de las pocas probabilidades de lograr algo así, reclamarán una serie de contraprestaciones.
Los vecinos de Camp Rodó aseguran que ya viven en una barriada saturada, con una densidad de población de 225 habitantes por hectárea, y que con las nuevas construcciones que contempla el convenio podrían alcanzar los 450 habitantes por hectárea. «Además, ninguna administración nos ha explicado si los equipamientos actuales -colegios, centros de salud, zonas verdes, etc- serán suficientes o se dotará de nuevas infraestructuras a la zona», explica la presidenta de la Asociación de Vecinos del Camp Rodó, Marta Adano.
Por todo ello, pedirán, por ejemplo, que a cambio se les deje emplear para sus necesidades las plantas del mercado del Camp Rodó que están vacías, o que se les permita hacer uso de solares de uso público que no están ejecutados o de equipamientos que ahora se les tiene vetados.