Como cualquier ciudad, Palma acoge a personas de diversos orígenes y nacionalidades extranjeras que conviven con los residentes locales. Pero en el caso de la capital balear esta adopción de ciudadanos foráneos supera la media de otras urbes españolas.
Tanto es así que, según los datos contenidos en la memoria de secretaría del Ajuntament del ejercicio 1997, de los 304.134 residentes palmesanos, tan sólo el 64'13 por ciento (195.068 personas) son de origen balear, y de ellos sólo el 51'62 por ciento (156.997 personas) son nacidos en Ciutat y el 12'51 por ciento restante proviene de otros puntos del archipiélago.
También es curioso el origen del 36 por ciento de residentes no locales. El 11'59 por ciento, un total de 35.276 personas, provienen de la Comunidad andaluza, pero de sus ocho provincias es Granada la que se lleva la palma, pues casi la gran mayoría de los andaluces residentes en Palma (11.118 personas), son granadinos. A estos le siguen, pero ya muy lejos, los 7.363 ciudadanos provenientes de Jaen y los 4.556 sevillanos.
En resumen, de los 304.134 residentes en Ciutat, 297.216 de ellos son nacionales y el resto extranjeros. Además, 157.114 son mujeres y 147.020 hombres.