Encontrar un colchón en Beirut se ha convertido en una tarea casi imposible desde el inicio de los ataques israelíes el pasado lunes, ante la oleada de decenas de miles de desplazados que han huido de sus hogares y que, ahora, se refugian en escuelas públicas del país reconvertidas en centros de acogida.
«Hemos contactado con numerosas fábricas y tiendas, pero o bien ofrecen precios exorbitantes o están sin existencias», asegura a EFE Zeina, una activista libanesa que en estos tiempos de crisis ayuda a hacer acopio de productos básicos para los desplazados, que huyen principalmente del sur y del este del Líbano. Según el Gobierno libanés, la campaña de bombardeos masiva de Israel deja ya un saldo superior a los 700 muertos y ha obligado a decenas de miles de personas a huir de sus hogares, mientras que más de 77.000 se han registrado en los centros de acogida designados en los últimos días.
Falta equipo
Por ello, las autoridades del país han ampliado a 565 el número de instalaciones públicas para dar cobijo a la oleada de desplazados en varios puntos del país, pero muchos de estos centros carecen completamente del equipamiento necesario para atender a sus necesidades más básicas, entre ellas colchones.
Zeina manifestó su frustración al explicar que ha agotado todas las vías para obtener este producto en Beirut, por lo que ha tenido que contactar a una fábrica en la localidad de Trípoli, en el norte del Líbano, que «podría proporcionar una cantidad significativa de colchones», aunque todavía espera la confirmación del negocio. Ali, otro beirutí que se dedica a recaudar fondos y a ayudar con la distribución de artículos esenciales a los desplazados, aseguró a EFE que se pasó un día entero tratando de encontrar un colchón en Beirut sin éxito, por lo que tuvo que viajar a Trípoli y a la región de Akkar, en el norte del Líbano y fronteriza con Siria.
Sin embargo, esta escasez no se limita solo a los colchones, ya que miles de familias desplazadas que lo han perdido todo también necesitan urgentemente mantas, almohadas, productos básicos o electrodomésticos esenciales, mientras esperan impacientemente a los próximos desarrollos del conflicto entre Israel y el grupo chií Hezbolá.
Las autoridades han advertido que, de momento, se desconoce el número real de desplazados, ya que muchos de ellos también han buscado refugio en casas de familiares o han huido del país por vía aérea, mientras que las iniciativas ciudadanas están proliferando en varios puntos del Líbano para atender a las personas que huyen de las bombas. El Estado judío inició su intensa campaña el lunes con foco en el sur y este del Líbano, bastiones de Hezbolá, pero también ha ampliado su radio de actuación a los suburbios meridionales de Beirut e incluso zonas al norte de la capital hasta ahora ajenas a la violencia.