Los estudiantes bloquearon el viernes el acceso a la prestigiosa universidad Sciences Po de París por la guerra de Gaza, exigiendo a la institución que condenara las acciones de Israel; una protesta similar a la de otras manifestaciones en campus universitarios estadounidenses. Coreando su apoyo a los palestinos, los estudiantes desplegaron banderas palestinas en las ventanas y sobre la entrada del edificio. Varios llevaban el pañuelo blanco y negro kufiya, que se ha convertido en todo un emblema de solidaridad con Gaza.
«Cuando vemos lo que está sucediendo en Estados Unidos, y ahora en Australia, realmente esperamos que se extienda aquí en Francia, el mundo académico tiene un papel que desempeñar», dijo Hicham, de 22 años, estudiante del máster en Derechos Humanos y Estudios Humanitarios en Sciences Po. Los estudiantes, dijo, quieren que Sciences Po condene las acciones de Israel.
«Estamos muy contentos de que (los estudiantes de) cada vez más universidades se estén movilizando», dijo Zoe, de 20 años, estudiante del máster en Administración Pública en Sciences Po. «Esperamos que esto se extienda a todas las universidades y más allá... no cederemos hasta que termine el genocidio en Gaza». Los responsables de Sciences Po no respondieron a una solicitud de comentarios.
El miércoles por la noche la policía desalojó a un primer grupo de estudiantes que había bloqueado Sciences Po, según medios de comunicación franceses, lo que fue condenado por políticos de izquierda. Los nuevos enfrentamientos entre la policía y los estudiantes que se oponen a la guerra de Israel en Gaza estallaron el jueves en los campus de Estados Unidos, suscitando dudas sobre los métodos contundentes que se están utilizando para acabar con las protestas, que se han intensificado desde las detenciones masivas en la Universidad de Columbia la semana pasada.
Israel ha matado al menos a 34.305 palestinos en su asalto a Gaza, dijeron las autoridades sanitarias del enclave el jueves. Israel comenzó el asalto tras el ataque de Hamás del 7 de octubre en el que murieron 1.200 personas y 253 fueron tomadas como rehenes, según los recuentos israelíes.