La Fiscalía del estado de Nueva York ha afirmado este lunes en el primer día del juicio contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump por el pago efectuado a la exactriz porno Stephanie Clifford, más conocida como 'Stormy Daniels', que el magnate orquestó una «conspiración criminal» para proteger su imagen y evitar efectos colaterales en las elecciones presidenciales de 2016. El asistente del fiscal del distrito de Manhattan, Matthew Colangelo, ha explicado en la apertura de los argumentos orales que encubrió dicha «conspiración criminal mintiendo en sus registros comerciales de Nueva York una y otra vez», según ha recogido la cadena CNN. Colangelo ha detallado que Trump afirmó que los pagos al abogado Michael Cohen se llevaron a cabo «de conformidad con un acuerdo de retención», un pago por adelantado por una actividad profesional. «Pero fueron mentiras», ha agregado. «Estamos seguros de que no tendrán dudas de que Trump es culpable de falsificar los registros comerciales con la intención de encubrir una conspiración ilegal para socavar la integridad de una elección presidencial», ha sentenciado, utilizando el lenguaje del magnate en su contra.
La estrategia del abogado de Trump, Todd Blanche, se ha centrado en caracterizar a Trump como una persona común --un padre y un marido--, mientras que ha intentado desacreditar los argumentos de la Fiscalía de Nueva York, aludiendo a que los acuerdos de confidencialidad son «perfectamente legales». Por otro lado, ha cargado contra Cohen por ser una persona poco fiable y por estar «obsesionado» con su cliente. «Hace 12 horas, el señor Cohen dijo en un evento público que tenía entusiasmo por este juicio y su testimonio», ha indicado. En cuanto a Stormy Daniels, ha asegurado que «vio su oportunidad» una vez se acercaron las elecciones de 2016. «Ella también escribió un libro. Le pagaron por una documental», ha señalado, si bien poco después ha resaltado que su testimonio durante el juicio, aunque pueda ser «provocativo, no importa». Poco antes de arrancar el juicio, Trump ha indicado en varios mensajes publicados en la red social Truth Social que se trata de una «caza de brujas» y un caso iniciado por el presidente Joe Biden. «Todo se trata de una interferencia electoral», ha insistido el candidato republicano a la Casa Blanca. El jurado popular está formado por doce personas, mientras que hay otros seis suplentes. El juez Juan Merchan, quien lidera el caso contra el magnate, dio por concluida la selección el viernes después de que Trump examinase uno a uno a los candidatos para comprobar que sus posturas políticas no interfieran en el proceso.
El caso contra Trump
Los 34 cargos a los que se enfrenta Trump por falsificar registros comerciales se remontan a una investigación iniciada por la oficina del fiscal del distrito de Manhattan a raíz de un supuesto plan del magnate para enterrar en los medios de comunicación varios escándalos sexuales en plena campaña electoral para las presidenciales de 2016. El origen de la historia se remontaría a julio de 2006, cuando el expresidente invitó a Clifford, más conocida como Stormy Daniels, a cenar con motivo de un torneo de golf y ambos terminaron en la suite del magnate neoyorquino. Por aquel entonces, ya estaba casado y su actual mujer, Melania, acababa de dar a luz al hijo que ambos tienen en común, Barron Trump. En mayo de 2011, Clifford accedió a contar su historia a una revista a cambio de 15.000 dólares, si bien ella misma explicó en una entrevista concedida en 2018 al programa '60 Minutes' de la cadena de televisión CBS que un hombre la amenazó mientras iba junto a su hija a una clase de gimnasia y decidió no hacerlo. La irrupción de Trump en política cinco años después llevó a desempolvar los escándalos que habían acompañado al magnate durante su larga carrera pública. La actriz porno acabó firmando un acuerdo de confidencialidad de 130.000 dólares a cambio de no revelar esta supuesta relación extramatrimonial con el magnate y afirmó que lo hizo porque temía por su seguridad.
El entonces abogado de Trump Michael Cohen, quien también fue vicepresidente de la Organización Trump, gestionó el pago facilitando dicha cantidad desde su propio bolsillo y el expresidente le devolvió la cantidad encubierta en varios gastos legales dentro de los registros de la empresa. Cohen fue condenado en diciembre de 2018 a tres años de cárcel. Por otro lado, en el entramado también figuran otros dos pagos secretos más: unos 150.000 dólares para la modelo Karen McDougal, que supuestamente había mantenido una relación extramatrimonial, y 30.000 dólares para un exportero que afirmó conocer una historia de dudosa veracidad sobre un hijo que habría tenido fuera del matrimonio. Ambos habrían recibido los citados pagos para que el tabloide National Enquirer, publicado por American Media Inc. (AMI) y favorable al expresidente, pudiese comprar los derechos de estas dos historias y que no saliesen a la luz. Se espera que el exdirector ejecutivo de AMI David Pecker sea el primero en declarar como testigo durante el juicio después de que llegara a un acuerdo con los fiscales para obtener inmunidad a cambio de su testimonio, según recogió la cadena CNN.