Un carguero de 4.700 toneladas, un ferry de 120 metros y un buque de pasajeros componen la 'Flotilla de la Libertad 2024' que el próximo domingo tiene previsto zarpar de Estambul para llevar ayuda humanitaria a la población de Gaza. «Somos optimistas y creemos que vamos a llegar a Gaza esta vez pese al genocidio israelí que ocurre allí», dice a EFE la activista estadounidense Ann Wright, una exmilitar estadounidense que lleva 15 años activa en las diversas flotillas que han salido hacia el enclave palestino.
Pide a los ciudadanos de todo el mundo que «exijan a sus Gobiernos que presionen a Israel y le digan que unos barcos civiles, con civiles y sin armas, deben poder ir a Gaza». La veterana activista y exdiplomática de 77 años volverá a estar a bordo de un buque a pesar de reconocer que no deja de temer un un ataque israelí como el que mató a diez activistas en el buque Mavi Marmara en 2010. «Soy coronel retirada», dice con media risa, «sé lo que es una operación militar y ya nos han matado a gente antes en estas misiones».
«Pero mostramos que muchas personas del mundo están dispuestas a poner su vida en riesgo para salvar la vida de la gente en Gaza y en Cisjordania» insiste. Entre los activistas turcos preparados para el viaje está la joven arquitecta Dilara Karasakiz, con experiencia de voluntaria en proyectos de desarrollo en África. «Mi madre ya estaba en el Mavi Marmara en 2010. Ahora, en 2024, yo, como arquitecta, quiero llevar ayuda a la gente en Gaza» dice a EFE.
Al igual que Wright, cientos de voluntarios de todo el mundo están llegando estos días a Estambul para embarcar el próximo domingo, si todo va según plan, en el ferry Akdeniz, que está actualmente atracado en los astilleros de Tuzla, en la periferia oriental de Estambul. Unos obreros adecentan aún las salas para pasajeros y la destinada a la prensa, donde habrá conexión wifi y de satélite, mientras otros cargan sacos en la amplia bodega del buque reservada para vehículos, donde se transportarán una treintena de ambulancias.
Así lo explican a un grupo de medios, entre ellos EFE, durante una visita guiada al barco los portavoces de la organización Coalición Flotilla de Libertad para Gaza, que agrupa a 12 entidades, entre ellas la española Rumbo a Gaza y otras de Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Noruega o Suecia. El Akdeniz, construido en 1997, sirvió de ferry entre puertos de Italia y Albania antes de pasar a servicio en Croacia y, finalmente, llegar a Estambul. El segundo barco de pasajeros, llamado Conscience, con bandera de Palaos, también se halla en Tuzla, donde está bajo revisión y puesta a punto para el viaje.
El carguero Anadolu, al igual que el Akdeniz abanderado en Guinea Bisáu, ya partió la semana pasada y actualmente se halla en el puerto turco mediterráneo de Iskenderún, donde cargará la ayuda humanitaria destinada a Gaza. La organización que coordina todos los movimientos en Turquía y también ha adquirido los tres barcos es IHH, una ONG de ayuda al desarrollo fundada en 1995 y presente en 123 países, la misma que también envió en 2010 el buque Mavi Marmara. La orientación islamista de IHH y su vinculación a los sectores más religiosos de la sociedad turca es obvia, pero en el caso de la flotilla ha adoptado un perfil bajo y deja las tareas de comunicación en manos de los voluntarios extranjeros, alejados de su ideología.
«No apoyamos ningún grupo político en Gaza ni en Estados Unidos ni en ninguna parte. Somos un grupo apolítico. Esta es nuestra fuerza», insiste Ann Wright, al tiempo que subraya la «generosidad» del pueblo turco, cuyas donaciones han hecho posible la adquisición de los barcos. Y repite su llamamiento a los países que aún envían armas a Israel, especialmente a los que lo siguen haciendo al tiempo que protestan por las masacres: «Si se adopta una postura moral contra el genocidio, se deben dejar de mandar armas que maten a palestinos», insiste.