El expresidente estadounidense Donald Trump ha denunciado que el juicio que arranca este lunes contra él por los sobornos a la exactriz Steffany Clifford, conocida como Stormy Daniels, forma parte de una «persecución política» contra él, de la que culpa directamente a la Administración de Joe Biden. «Es una causa que nunca debería haberse abierto», ha afirmado en una breve comparecencia ante los medios a su llegada al tribunal de Nueva York donde este lunes arranca el primer juicio penal contra un antiguo inquilino de la Casa Blanca, en medio de una amplia expectación política y mediática.
Trump, que salvo sorpresas representará de nuevo al Partido Republicano en las elecciones presidenciales de noviembre, se siente víctima de «un asalto contra Estados Unidos» e incluso se ha mostrado «orgulloso» de sentarse en el banquillo, informa la cadena NBC News. La Fiscalía acusa a Trump de 34 delitos por presunta falsificación documental, dentro de una trama con la que habría intentado ocultar el pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels para comprar su silencio y que no hablase de una supuesta relación extramatrimonial antes de las elecciones de 2016. El magnate justificó este pago como parte de sus gastos legales. Las vistas durarán, en principio, entre seis y ocho semanas, y arrancarán con la elección de las 12 personas que se sentarán como jurados y de otros seis suplentes.
La mera selección del jurado se antoja ya complicada, habida cuenta de la relevancia del personaje, y podría retrasarse más de una semana. Los abogados del expresidente intentaron en vano aplazar el inicio de este juicio, el primero de los varios que tiene pendiente Trump. El antiguo mandatario deberá aún responder, entre otras cuestiones, por sus esfuerzos para tratar de revertir los resultados de las elecciones de 2020, en las que se impuso Biden.