Las negociaciones para un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza, que permita otro canje de rehenes por presos palestinos y la entrada de más ayuda humanitaria a un enclave donde el hambre ya hace mella en el norte, se reanudarán mañana en El Cairo, en medio de notables esfuerzos diplomáticos internacionales para acercar posturas entre Israel y Hamás.
Después de una intensa semana de contactos que han llevado a los mediadores -Catar, Egipto y Doha- a reunirse con las partes en París y Doha para pactar un borrador de acuerdo, las conversaciones se retomarán el domingo en la capital egipcia «con todas las partes implicadas». El presidente Joe Biden afirmó esta semana que confiaba en un acuerdo cerrado para el 5 de marzo que permitiera una tregua durante el Ramadán; y el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, advirtió ayer de que el inicio del mes sagrado musulmán, que este año será entre el 10 y 11 de marzo, era la fecha límite.
Shukri viajó hoy a Doha para reunirse con su par catarí, Mohamed bin Abderrahmán, y revisar los esfuerzos conjuntos para lograr un alto el fuego inevitable. Fuentes de Hamás confirmaron a EFE que una delegación viajará mañana a El Cairo, donde también se espera la llegada del equipo negociador de Israel, que no ha confirmado formalmente su asistencia, pero sí ha sido filtrada a medios hebreos. El borrador de acuerdo que se discute contempla una tregua de unas seis semanas, a cambio de un canje de rehenes por presos a un ratio de un cautivo por diez prisioneros, aunque en los últimos días ha habido disputas sobre esa proporción y sobre la lista de nombres de uno y otro lado.
En principio serían liberados así unos 42 rehenes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó el jueves que habían exigido una lista con los nombres de los rehenes que quedan vivos en manos de Hamás, pero no habían recibido nada, además de tildar de delirantes algunas de las exigencias del grupo islamista, que pide un compromiso para el cese de hostilidades en una segunda fase tras la tregua temporal y para la retirada de las tropas israelíes del norte Hamás anunció ayer la muerte de siete rehenes por bombardeos del ejército sionista y elevó a más de 70 el total de fallecidos en cautiverio durante la guerra, a punto de cumplir 5 meses de combates; una información pendiente de verificar pero que aumenta la presión sobre Netanyahu para acceder a una tregua.
La presión para un acuerdo también llega desde dentro, con más de 15.000 israelíes uniéndose hoy a una marcha hasta Jerusalén -después de cuatro días a pie desde Reim, lugar del festival de música donde Hamás masacró a más de 360 personas- para exigir un alto el fuego frente a la residencia de Netanyahu, un tipo de manifestación ya habitual los sábados y que se replica en otras ciudades de Israel.
Ayuda por aire
Además de la tregua y el canje de rehenes por presos, el acuerdo contempla un aumento considerable de la ayuda humanitaria que entra en la Franja de Gaza, insuficiente en general y escasa en el norte, donde el hambre acecha a unas 700.000 personas y 15 bebés ya han muerto en hospitales por desnutrición y deshidratación.
EEUU, que en los últimos días ha insistido en la necesidad de incrementar notablemente los niveles de ayuda, realizó hoy su primer lanzamiento de alimentos por aire en tres aviones militares de carga C-130, que arrojaron 66 paquetes con 38.000 raciones de comida. Se espera que el lanzamiento aéreo sea el primero de muchos anunciados el viernes por el presidente Joe Biden, en coordinación con Jordania, que ya ha llevado a cabo varios de estos lanzamientos días atrás, así como Egipto, Catar, Emiratos Árabes Unidos o Francia, que el miércoles comenzaron a llegar al norte.
El envío aéreo de EEUU llega dos días después del caótico incidente en la ciudad de Gaza en el que murió un centenar de personas durante un reparto de comida en ciudad de Gaza, en el que Israel admitió haber abierto fuego, aunque achaca las víctimas a una avalancha provocada por la muchedumbre hambrienta.