El Ejército ruso ha lanzado este viernes sobre varias ciudades de Ucrania una serie de ataques como «hacía mucho que no se veía», según el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yuri Ignat, que ha dejado hasta el momento más de 30 muertos y un centenar y medio de heridos. «El enemigo ha lanzado verdaderamente un ataque poderoso. Lamentablemente hay víctimas», ha reconocido Ignat, quien ha dicho que «hacía mucho tiempo que no se veía» tanta actividad en los radares ucranianos, según ha informado la agencia de noticias ucranianas UNIAN.
«Los objetivos aéreos del enemigo estaban en todas partes, en todas direcciones», ha contado. Una apreciación que también ha sido compartida por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha dicho que Rusia ha atacado este viernes Ucrania «con casi todo lo que tiene en su arsenal». De acuerdo con el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, las fuerzas rusas han lanzado 158 proyectiles, entre misiles de distintos tipos y vehículos aéreos no tripulados. No obstante, ha destacado que han logrado neutralizar 87 misiles de crucero y 27 drones.
En base a las actualizaciones de las autoridades locales, son ya 22 los muertos y más de 130 los heridos como consecuencia de los bombardeos rusos caídos en ciudades como Kiev, donde se han registrado hasta el momento cuatro muertos, Zaporiyia, donde se han recuperado los cuerpos de seis cadáveres, o Leópolis, donde por el momento solo se ha informado de una treintena de heridos. En Kiev, las autoridades ucranianas han destacado que a pesar de esta oleada de ataques sin precedentes recientes, las infraestructuras que ofrecen servicios esenciales a la capital no se han visto dañados.
Por otro lado, en el distrito de Podilsk se cree que al menos una decena de personas sigue bajo los escombros. En Dnipró se han registrado por ahora cinco muertos y una veintena de heridos. El gobernador regional, Serhi Lisak, ha denunciado que «el principal impacto» se ha producido sobre un centro comercial, si bien otros han afectado a un hospital. Por otro lado, se ha informado de cuatro muertos en Odesa, tres en Járkov.
Las autoridades ucranianas han aprovechado la coyuntura para renovar sus críticas hacia esa parte de la comunidad internacional que en algún momento ha expresado -sobre todo a puerta cerrada- el cansancio generalizado que está generando esta guerra, de la que se cumplen ya más de 22 meses.
«Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos para detener el genocidio ruso del pueblo ucraniano. Ninguna conversación sobre 'tregua', 'renuncia temporal de territorios', 'fatiga', 'negociaciones' y otras 'concesiones' detendrá la agresión rusa, sino que solo aumentará la escala», ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, Dimitro Kuleba.