El Ejército israelí aseguró este viernes que está llevando a cabo una operación «rápida, potente y focalizada» en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, donde estos últimos días expandió su ofensiva terrestre. Estamos avanzando «de túnel a túnel, de casa en casa», remarcó un portavoz militar en un comunicado en relación a los combates que los soldados libran en Jan Yunis, «principal bastión de la organización terrorista Hamás».
«Las tropas de la División 98 eliminaron a decenas de terroristas, realizaron búsquedas, destruyeron túneles y lanzaron ataques precisos por tierra y aire», detalló el Ejército. Según dijo, como parte de su estrategia «para romper las líneas de Hamás» atacó a «decenas de posiciones aéreas y puntos de observación enemigos», mientras que las tropas siguen rodeando la ciudad. A su vez, «en una incursión sostenida, los soldados encontraron muchas armas en una escuela, incluidos lanzadores de cohetes y morteros, explosivos y materiales de inteligencia».
También atacaron «un puesto de mando de Hamás dentro de una mezquita donde se escondía una célula terrorista». Sus miembros «fueron eliminados», igual que los integrantes de otro escuadrón «que intentó escapar hacia un túnel subterráneo», aseguró el Ejército. Los soldados también entraron en las residencias «de altos cargos de Hamás en Jan Yunis», donde recalcaron que encontraron armamento y equipamiento militar.
La ofensiva hacia Jan Yunis del Ejército generó esta semana una nueva ola de desplazados internos que tuvieron que huir hacia la ciudad de Rafah, aún más al sur, donde se acumulan masas de personas que debieron abandonar la propia Jan Yunis o que ya llevaban semanas refugiándose en esta ciudad tras haberse marchado de la urbe de Gaza y el norte de la Franja, bajo control casi total israelí.
La guerra entre Hamás y el Ejército israelí empezó hace 63 días, el 7 de octubre, con un ataque del grupo islamista que causó más de 1.200 muertos en Israel. Hasta ahora, la ofensiva militar israelí se saldó con casi 17.500 muertos confirmados y se cree que miles de personas están bajo escombros de inmuebles destruidos, lo que podría hacer que la cifra de víctimas mortales sea aún más alta.