Irán insistió este domingo en que no será un mero «espectador» ante los crímenes cometidos en Gaza por Israel, su archienemigo, y alertó de nuevo de la posibilidad de que el conflicto se extienda por la región. «No puede ser que Irán se quede como espectador ante la situación», aseguró el ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en una entrevista a la cadena catarí Al Jazeera.
El jefe de la diplomacia iraní resumió así la postura de su país al final de una gira regional que le ha llevado a Irak, Líbano, Siria y Catar para tratar la guerra en Palestina, que comenzó tras el ataque sorpresa de Hamás, que causó 1.400 muertos. Abdolahian alertó en Doha de que la posibilidad de que se abran otros frentes en la guerra «aumenta cada hora» si no se detienen las agresiones en Gaza y repitió que «todos los escenarios están sobre la mesa». Y aseguró que si se expande el conflicto en la región, «Estados Unidos también sufrirá grandes pérdidas».
Un mensaje que Abdolahian ha repetido de una manera o de otra en Bagdad, Beirut, Damasco y Doha, mientras no para de aumentar el número de muertos en Gaza, 2.329 hasta ahora, y se recrudecen los intercambios de disparos entre Israel y Líbano.
En esta gira, Abdolahian ha mantenido encuentros con sus aliados regionales y líderes de grupos pertenecientes al llamado Eje de la Resistencia, alianza liderada por Irán y formada por organizaciones militantes palestinas, sirias y libanesas, como Hizbulá.
En una reunión con el emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, Abdolahian advirtió de que «nadie puede garantizar el control de la situación y que el conflicto no se expanda». Al mismo tiempo, el ministro iraní felicitó en Doha al jefe del Buró político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniya, por las «victorias» palestinas.
«El apoyo a la causa Palestina es un deber religioso, humanitario y moral», dijo Abdolahian, quien aseguró que Teherán «continuará con sus intentos por detener los crímenes de guerra israelíes». Un día antes, alertó en Beirut de que los miembros del llamado Eje de la Resistencia tienen los «dedos en el gatillo listo para disparar» y actuarán en el momento «oportuno» si continúan los crímenes israelíes en Gaza.
La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes. En ese conflicto «en la sombra» y para expandir su influencia regional, Teherán apoya a grupos como el libanés Hizbulá, el movimiento palestino Hamás, la Yihad Islámica y a los rebeldes hutíes en Yemen.