China se ha ofrecido este viernes a ayudar a impulsar la economía siria y a contrarrestar los disturbios internos en este país devastado por la guerra, promoviendo sus intereses estratégicos en una región en la que ya está alineada con Irán y Arabia Saudí.
«Ante un entorno internacional inestable e incierto, China está dispuesta a seguir trabajando con Siria en aras de una cooperación amistosa y de la salvaguarda de la equidad y la justicia internacionales», dijo el presidente chino, Xi Jinping, a su homólogo sirio en Hangzhou. «China apoya la oposición de Siria a la injerencia extranjera, al acoso unilateral (...) y apoyará la reconstrucción de Siria», añadió, según los medios estatales chinos.
El líder sirio se encuentra en China para avanzar en sus esfuerzos por poner fin a más de una década de aislamiento diplomático bajo las sanciones occidentales e impulsar los lazos comerciales con la segunda mayor economía del mundo, ya que Siria necesita desesperadamente inversión extranjera.
Las sanciones occidentales a Siria se han endurecido de forma constante desde los primeros días de una guerra civil, que comenzó en 2011 con la represión de unas protestas y ha dejado cientos de miles de muertos y ha provocado el desplazamiento de millones de personas.
El gobierno de Assad, respaldado por Rusia e Irán, controla ahora la mayor parte del territorio y en los últimos años ha restablecido lazos con vecinos árabes que antes apoyaban a sus oponentes.
Pekín ha intensificado su compromiso diplomático con Oriente Medio en los últimos años y en marzo ayudó a negociar un inesperado acuerdo entre Arabia Saudita e Irán para poner fin a una ruptura diplomática de siete años. «China está dispuesta a reforzar la cooperación con Siria a través de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (...) para contribuir de manera positiva a la paz y el desarrollo regionales y mundiales», declaró Xi.