El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, ha declarado «el estado de emergencia en materia de seguridad alimentaria» en el país, donde las organizaciones humanitarias han advertido de un grave aumento del hambre. «(Tinubu) ha declarado que se anuncie de inmediato un estado de emergencia en materia de seguridad alimentaria y que todos los asuntos relacionados con la disponibilidad y asequibilidad de alimentos y agua, como elementos esenciales de subsistencia, estén incluidos dentro del ámbito del Consejo de Seguridad Nacional», señaló el portavoz del presidente nigeriano, Dele Alake, en un comunicado recogido este viernes por los medios locales.
«El presidente tiene en mente el aumento del precio de los alimentos y cómo está afectando a los ciudadanos. Si bien la disponibilidad no es un problema, la asequibilidad de los alimentos es un problema importante para muchos nigerianos», añadió Alake. Así, el Gobierno nigeriano entregará «inmediatamente» a los agricultores fertilizantes y semillas «para mitigar los efectos de la eliminación de los subsidios».
Además, creará una «reserva estratégica de alimentos» que se usará «como mecanismo de estabilización de los precios de los cereales y otros alimentos». Como parte de una respuesta a más largo plazo, las autoridades también «limpiarán» bosques en terrenos que pueden cultivarse, se mejorarán los almacenes de alimentos y su transporte y se establecerán sistemas de regadío a lo largo de las cuencas de los principales ríos del país.
«La agricultura ya supone alrededor del 35,21 % de los puestos de trabajo en Nigeria, pero nuestro objetivo es elevar este porcentaje a cerca del 70 %», indicó Alake. Ya el pasado mayo, las Naciones Unidas pidieron ayuda «con urgencia» para impedir que «una crisis de hambre y desnutrición» en el noreste de Nigeria, bastión de grupos yihadistas como Boko Haram o su escisión Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP), «se vuelva totalmente catastrófica».
«Más de medio millón de personas pueden sufrir niveles de emergencia de inseguridad alimentaria, con tasas extremadamente altas de desnutrición aguda y mortalidad, si no se da un aumento rápido y significativo de la asistencia humanitaria», advirtió entonces la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en un comunicado.
Asimismo, la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha venido informando este año sobre un aumento «sin precedentes» del número de hospitalizaciones de niños por desnutrición en el estado nororiental de Borno.
También en la parte noroccidental del país, MSF indicó que sus instalaciones estaban llenas de pacientes con desnutrición. En esa región, alrededor de 8,4 millones de personas padecen de inseguridad alimentaria, es decir, no tienen acceso a alimentos suficientes para llevar una vida saludable, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU.