Las autoridades de Singapur triplicaron desde este jueves las penas máximas por posesión de ocho tipo de drogas, incluida la marihuana, a un máximo de 30 años de cárcel y 15 latigazos, en línea con la mano dura del país contra el narcotráfico, castigado con la pena de muerte en algunos casos.
El aumento del castigo a la posesión de narcóticos, entre los que figuran la heroína, la cocaína y el cannabis, entra en vigor hoy tras ser aprobado en el parlamento isleño el pasado marzo, publica este jueves el diario The Straits Times.
Los castigos variarán dependiendo de la cantidad, con el nuevo máximo de prisión estipulado en 30 años -mientras que previamente era de 10 años de prisión-, sin establecerse un mínimo reglamentario y sin precisarse exactamente los parámetros.
La mano dura hacia la posesión de narcóticos por parte de la ciudad-Estado asiática va en línea con sus normativas con respecto al narcotráfico, castigado con la pena de muerte cuando se superan ciertas cantidades, 500 gramos en el caso de la marihuana y 15 gramos si se trata de heroína.
En lo que va de año, Singapur, que posee una de las leyes más draconianas del mundo en lo concerniente a los narcóticos, ha ejecutado a dos presos por intento de narcotráfico y narcotráfico de 1 kilogramo y 1,5 kilogramos de marihuana, respectivamente, casos que han suscitado las críticas de la comunidad internacional. Tras un parón de las ejecuciones durante dos años por la pandemia de covid-19, Singapur batió récords el año pasado ahorcando -el método empleado por la isla- en pocos meses a once presos, incluido un traficante de heroína con discapacidad intelectual.