Los aliados de la OTAN han acordado este miércoles aumentar la producción militar para fabricar más munición para suministrar a Ucrania y reponer las reservas propias, frente a la exigencias que marca el conflicto en el este de Europa. «Los aliados coinciden en la necesidad de trabajar de la mano con la industria de Defensa para aumentar nuestra capacidad industrial», ha señalado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa tras la reunión de ministros de Defensa del bloque. Según el jefe político de la OTAN, esta necesidad existe desde finales del año pasado, pero ahora las cosas se «mueven en la buena dirección» tras las conversaciones entre los aliados y con la industria armamentística que se han sustanciado en contratos de Francia, Estados Unidos, Alemania y Noruega para aumentar la producción. Estos contratos van ligados a mayor inversión para permitir escalar la producción, algo que la OTAN señala que ya está teniendo lugar y que irá en beneficio de la ayuda que los aliados envían a Kiev pero que también servirá para reponer sus propios arsenales.
«Tenemos que continuar y aumentar más la producción porque hay gran necesidad para proveer de munición a Ucrania», ha indicado el secretario general aliado, que ha avisado de que el conflicto se está convirtiendo en una «guerra de desgaste» en el que será clave hacer llegar suministros a Ucrania. El ex primer ministro noruego ha valorado que la organización militar está revisando sus objetivos de capacidad para reservas de municiones y acordado proyectos multinacionales para mejorar la capacidad de almacenamiento de munición y otro sobre defensa aérea terrestre. Estos proyectos se suman a iniciativas ya en marcha para mejorar la eficacia operativa, las economías de escala y la conectividad entre los aliados y socios de la OTAN.
Durante la reunión, los ministros de Defensa han tratado la cuestión de un nuevo compromiso de gasto militar con la vista en llegar a un acuerdo para la cumbre de Vilnius, en Lituania. Entonces la OTAN espera renovar el listón marcado hace una década para llegar al 2 por ciento del PIB en gasto en Defensa, que ahora, según Stoltenberg, debe ser un «suelo y no un techo». «Cuando nos reunamos en Lituania haremos un nuevo compromiso, hemos iniciado las discusiones y lo que es obvio es que si era correcto comprometerse al 2 por ciento en 2014, ahora tiene aún más sentido con la guerra en Ucrania», ha asegurado, insistiendo en que el contexto actual y la amenaza que representa China obliga a los aliados a aumentar el gasto militar. Los ministros también tenían sobre la mesa la cuestión de la defensa de las infraestructuras submarinas, un tema en boga tras el sabotaje contra el gasoducto Nord Stream. A este respecto, los ministros aliados han pedido recomendaciones y seguimiento a las autoridades militares de la OTAN, que creará una célula de coordinación conjunta encabezada por el general alemán Hans-Werner Wiermann.