Las fuerzas de Israel mataron a cinco palestinos la noche del domingo durante una redada en el campo de refugiados Aqabat Jabr, en el centro-oeste de Cisjordania ocupada, entre ellos miembros del movimiento islamista Hamás, informaron fuentes oficiales este lunes. «Fueron cinco, de los cuales dos son terroristas de Hamás que intentaron realizar un atentado terrorista», dijo a Efe un funcionario de Seguridad, que declinó hacer comentarios sobre el paradero de los cadáveres.
El Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) dijo que hasta este momento no tiene información oficial sobre «los ciudadanos que fueron detenidos por la ocupación durante su agresión», entre rumores de que los cadáveres pudieran estar en posesión de las autoridades israelíes. En tanto, el Ministerio de Exteriores de la ANP confirmó la muerte de cinco palestinos en Aqabat Jabr, lo que calificó de «crimen atroz cometido por las fuerzas de ocupación» israelíes.
La noche del domingo, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una operación en el campo de Aqabat Jabr, en el área de la ciudad cisjordana de Jericó. «Durante su transcurso, varios atacantes armados resultaron muertos tras disparar contra soldados que operaban en la zona», indicó un portavoz del Ejército israelí. El servicio de emergencia palestino Media Luna Roja aseguró que «las fuerzas de ocupación (israelíes) impidieron que los equipos médicos realizaran su trabajo y una ambulancia fue atacada» durante la redada, que ocurrió en la zona de Jericó. Según el Ejército israelí, esta operación buscó detener al «grupo terrorista que perpetró un ataque a tiros en un restaurante» ubicado en un asentamiento judío en el área de Jericó el 28 de enero pasado.
Ese día «dos terroristas armados y con chalecos militares llegaron a la entrada de un restaurante de la comunidad de Vered Yeriho, donde en ese momento se encontraban aproximadamente 30 civiles, con el fin de llevar a cabo un ataque mortal. Debido a un fallo en un arma de fuego, los terroristas huyeron hacia la ciudad de Jericó» sin dejar víctimas, según las autoridades israelíes. «Se descubrió que los sospechosos armados estaban atrincherados en una residencia del campamento de Aqabat Jabr, adyacente a la ciudad de Jericó, con la ayuda de familiares y lugareños, mientras declaraban su intención de continuar con las actividades terroristas», aseguró el vocero del Ejército, al explicar que varios de los palestinos muertos en la redada estuvieron implicados en el ataque armado del restaurante. El sábado, durante otra redada israelí en la zona, seis palestinos resultaron heridos durante enfrentamientos.
Estos incidentes se producen en medio de una escalada de violencia en la región que encendió las alarmas de alerta. Solo en lo que va del año, 41 palestinos -ocho de ellos menores- han muerto en el marco del conflicto, promediando más de uno al día, y otras siete personas murieron del lado israelí, entre ellas un menor.
El pasado 26 de enero, una redada de arrestos por parte de fuerzas israelíes en la ciudad de Yenín se saldó con 10 palestinos muertos. El día siguiente, un atacante palestino mató a siete personas en un asentamiento judío de Jerusalén Este ocupado. Ambos estuvieron entre los incidentes más mortíferos en Israel y Cisjordania en años. A esto se sumaron otros sucesos violentos y ataques en la región, así como lanzamientos de cohetes por parte de milicias palestinas desde Gaza y bombardeos de represalia israelíes. Israel tomó control de Cisjordania en 1967, y desde entonces ha mantenido una ocupación militar sobre este territorio que es de las más largas en la historia reciente.