La Asamblea General de la ONU aceptó este viernes que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pueda intervenir la próxima semana en sus debates anuales de alto nivel con un vídeo pregrabado. Los 193 estados miembros aprobaron por abrumadora mayoría una solicitud de Kiev, que había pedido que Zelenski pudiese hablar ante el resto de líderes internacionales sin necesidad de viajar a Nueva York dado el estado de guerra del país. Rusia se había opuesto a que se haga una excepción con el presidente ucraniano, pues habitualmente los países cuyos líderes no están en persona en la sede de la ONU son representados por ministros o diplomáticos. Sin embargo, su postura fue rechazada de manera rotunda: 101 países votaron a favor de la petición de Ucrania, 19 se abstuvieron y sólo 7 se pronunciaron en contra (Rusia, Bielorrusia, Cuba, Corea del Norte, Eritrea, Nicaragua y Siria).
Mientras, en el último momento Bielorrusia -con el apoyo de Moscú- presentó una enmienda para tratar de permitir que otros países interviniesen también por vídeo si así lo consideraban oportuno, pero fue rechazada. El embajador adjunto de Rusia, Dmitry Polyanskiy, denunció que la decisión demuestra que Kiev «tiene un trato especial» y que no se está respetando la «igualdad soberana».
En 2020, como consecuencia de la pandemia, todos los discursos en la Asamblea General de la ONU se hicieron por vídeo, mientras que el año pasado se usó un formato híbrido, con algunos líderes en persona y otros interviniendo desde sus capitales. En esta ocasión, Naciones Unidas ha optado por volver a la normalidad y, con la excepción de Zelenski, todos los discursos serán presenciales. Desde el inicio de la invasión rusa, el presidente ucraniano ha intervenido de forma remota ante numerosos foros internacionales, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU, sorteando también en esos casos la oposición de Rusia, que no logró suficientes apoyos para evitarlo.