El Ejército ruso atacó en la última jornada una columna militar en una estación de tren de Dnipropetrovsk, en Ucrania, lo que habría causado más de 200 bajas mortales al enemigo, según el Ministerio de Defensa ruso. «Como resultado del impacto directo de un misil Iskander contra una columna militar en la estación de tren Chaplyne, en la región de Dnipropetrovsk, fueron eliminados más de 200 militares reservistas y 10 equipos militares que se dirigían a la zona de combates en el Donbás», según el parte bélico castrense.
No obstante, Ucrania ha calificado de «mentira y propaganda» las informaciones procedentes de Moscú. Es una «mentira más», procedente de un «país terrorista», afirmó a Efe el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Yrik Sak, para quien que Rusia produzca a diario tales «falsas noticias» es un «signo de desesperación».
Según el Gobierno de Kiev, en el ataque resultaron muertos al menos 25 civiles y resultaron heridos más de 30. «Como resultado del bombardeo del sector residencial y la estación del tren, 25 personas murieron, dos de ellos niños. Un niño de 11 años murió bajo los escombros de una casa, otro niño de 6 años murió en un automóvil cerca de la estación de tren», declaró en Telegram el vicejefe de la oficina presidencial, Kyrylo Tymoshenko.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró anoche que los proyectiles impactaron directamente en vagones que se encontraban en la estación de Chaplyne y que cuatro de ellos ardieron. Según el Ministerio de Defensa ruso, durante la jornada pasada también fueron atacados siete puestos de mando ucranianos, uno de ellos en la región de Dnipropetrovsk.
Además, fueron destruidos cuatro almacenes con munición y derribados cinco drones, según el portavoz castrense, Ígor Konashénkov. En la última jornada, Ucrania perdió asimismo ocho aviones de combate como resultado de golpes rusos, agregó. En Dnipropetrovsk, a consecuencia de un ataque contra el aeródromo Dnipró, fueron eliminados tres aviones de la Fuerza Aérea ucraniana, según la versión rusa.