El primer ministro británico, Boris Johnson, ha rechazado la propuesta formulada la semana pasada por la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, de celebrar un nuevo referéndum de independencia el 19 de octubre de 2023. «Debido a que nuestro país se enfrenta a retos sin precedentes en la patria y fuera, no puedo estar de acuerdo con que este sea el momento para volver a esa cuestión, que ya fue claramente respuesta por la gente de Escocia en 2014», ha dicho Johnson en una carta remitida a Sturgeon y publicada por Downing Street.
El 'premier' británico ha señalado que Escocia, y el conjunto de Reino Unido, debe apostar por dar una «respuesta efectiva» a los principales desafíos a los que se enfrenta, como el aumento del coste de la vida, el apoyo al Sistema Nacional de Salud afectado por la pandemia de coronavirus, así como en dar una respuesta clara a la invasión rusa de Ucrania. «Estos son desafíos comunes a lo largo de Reino Unido, los cuales requieren de nuestra completa atención», ha incidido Johnson, quien ha remarcado que la población busca de las autoridades escocesas y británicas que trabajen en colaboración para su mejor interés. «Estamos cooperando en medidas para reducir el coste de la vida, y espero que pronto tengamos la oportunidad, junto a nuestros compañeros del Gobierno de Gales y el Ejecutivo de Irlanda del Norte, de discutir más medidas en el próximo Consejo del primer ministro con los líderes de Gobierno», ha dicho. En este sentido, el jefe de Gobierno británico ha puesto en valor la respuesta de Escocia tanto a la crisis sanitaria derivada del coronavirus, así como su «apoyo continuo» a las medidas aprobadas por Londres contra Moscú como respuesta de la invasión a Ucrania, ordenada por el mandatario ruso, Vladimir Putin, a finales de febrero. «En todos los frentes, podemos lograr mucho más para las personas a las que servimos al continuar trabajando juntos como socios», ha zanjado el primer ministro Johnson, que se encuentra a día de hoy en una delicada situación tras la renuncia de varios altos funcionarios, incluidos ministros.
De hecho, Sturgeon ha compartido en su perfil de la red social la misiva del 'premier', y ha cuestionado si se puede tratar de «uno de los últimos actos» de Johnson como inquilino de Downing Street. Más allá de esto, la ministra principal escocesa ha reafirmado que el país «tendrá la oportunidad de elegir la independencia» en un futuro, y ha mostrado su confianza en que pueda ser mediante un referéndum en octubre de 2023. En caso de que no se permita la celebración del plebiscito, Sturgeon ha aseverado que la independencia de Escocia se votará «a través de elecciones generales», pues «la democracia escocesa no será prisionera de este ni de ningún primer ministro». Ya la semana pasada, cuando anunció su propuesta de referéndum, Sturgeon aseguró estar preparada para negociar con Westminster las condiciones de cómo debe celebrarse la ansiada consulta, y se ampara en el «mandato democrático claro» que le otorgaron los resultados en las pasadas elecciones, donde las fuerzas que ansían la independencia lograron ser las mayoritarias en el Parlamento. En 2014, Westminster otorgó los poderes pertinentes a través de la llamada orden de la sección 30, el mecanismo legal por el cual Londres transfiere temporalmente el poder de legislar una consulta a Holyrood, el Parlamento escocés. Aquel plebiscito, que contó con una participación de más de 84 por ciento, se saldó con la victoria del 'no', con un 55,3 por ciento de los votos, mientras que el apoyo a la independencia logró el 44,7 por ciento.