Los servicios de inteligencia de Países Bajos (AIVD) aseguraron este jueves haber impedido que un espía ruso, que usaba una identidad brasileña falsa, se infiltrara como becario en la Corte Penal Internacional (CPI), cuya fiscalía está investigando los presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
Según explicó el AIVD, la persona en cuestión trabaja para el servicio de inteligencia militar ruso (GRU), pero usó una identidad falsa brasileña para viajar de Brasil a Países Bajos, donde se encuentra la sede de la CPI, uno de los tribunales internacionales situados en La Haya y cuyo fiscal recopila pruebas de los presuntos crímenes de guerra en Ucrania.
Los servicios de inteligencia neerlandeses consideraron al espía ruso una «amenaza para la seguridad nacional» y le negaron la entrada a Países Bajos el pasado abril, «enviándolo de vuelta a Brasil en el primer vuelo que salió» de Ámsterdam.