El mayor Serhiy Volyna, comandante de la 36ª brigada de infantería de marina de Ucrania, que aún lucha en Mariúpol, ha pedido ayuda en una carta pública al papa Francisco y a otros mandatarios así como a la comunidad internacional en conjunto. «Así es como se ve el infierno en la tierra. Es hora de ayudar no solo con oraciones. Salve nuestras vidas de las manos satánicas» comentó sobre la misiva el embajador de Ucrania en el Vaticano al tratar de que el texto llegue al sumo pontífice.
Distintos medios de comunicación internacionales dan cuenta de las líneas que el militar ucraniano dirige al jefe espiritual de buena parte de Occidente. Sus palabras plasman el horror de la guerra, lo que él define como «el infierno en la tierra». La joven diputada electa para el Consejo Municipal de Kiev, Alina Mykhailova, es una de las voces que han puesto el foco en este duro relato, y lo ha traducido al inglés para difundirlo y que así más personas conozcan el testimonio de primera mano del mayor Volyna.
Justo encima, la imagen del militar ucraniano junto al presidente Volodímir Zelenski, símbolo y cabecilla de la resistencia contra la invasión rusa en el país de Europa del Este. A continuación, el texto íntegro de la carta emitida por el militar al frente de la defensa de Mariúpol:
Durante más de 50 días, los defensores de la ciudad se han defendido heroicamente, a pesar de las abrumadoras fuerzas enemigas y los constantes bombardeos aéreos, de artillería y de cohetes. Mariúpol sigue siendo una ciudad ucraniana, no importa lo que le diga la propaganda rusa. Luchamos en feroces batallas todos los días y retenemos a miles de tropas enemigas, evitando que avancen. Esto es a costa de esfuerzos sobrehumanos y grandes pérdidas. Pero necesitamos su ayuda. El enemigo sitió la ciudad y tiene como rehenes a cientos de miles de civiles.En nuestros búnkeres militares hay mujeres, que se esconden con niños, incluidos bebés. En su mayoría, familiares de nuestros militares, que son buscados por los rusos. Sin agua, ni comida.Nuestros heridos mueren en un tormento insoportable todos los días, porque hace mucho que se acabaron las medicinas, los desinfectantes y la anestesia. Las autoridades ucranianas han negociado corredores humanitarios con los rusos, involucrando al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Sin embargo, la parte rusa no cumplió su palabra y todos los esfuerzos fueron en vano. Pedimos ayuda al mundo para evacuar a los heridos, niños, mujeres y los cuerpos de los muertos. ¡Hubo muy pocos intentos de hacerlo!
Hacemos un llamamiento a los políticos, figuras públicas y religiosas del mundo para que no sean indiferentes a las personas que han caído en la trampa de Mariúpol en contra de su voluntad. Ahora nosotros, los militares, nos vemos obligados no solo a luchar contra las abrumadoras fuerzas del enemigo, sino también a cuidar de más de mil civiles. No crea en las promesas de Rusia de un 'corredor verde' para los militares. No hay duda de que se trata de un engaño para destruir al grupo militar ucraniano en Mariúpol sin luchar. No nos rendiremos y lucharemos hasta el final. Pero nuestra lealtad al juramento no fue suficiente para liberar a Mariúpol. La ciudad necesita ser desbloqueada inmediatamente. Para hacer esto, necesitamos armas pesadas. Está en poder de la Unión Europea y de los Estados Unidos brindárnoslas. Las armas pesadas para los defensores de Mariúpol salvarán al grupo militar ucraniano. Mariúpol se puede salvar. Estamos listos para luchar hasta la última gota de sangre. Pero debemos saber que el mundo ha hecho todo lo posible por ello. Entonces estaremos listos para hacer hasta lo imposible por nuestro país.
El mayor ucraniano al mando de las últimas defensas de Mariúpol firma estas líneas el 18 de abril de 2022, en las últimas horas de la ofensiva rusa y prorrusa sobre esta urbe a orillas del mar de Azov.