El lord británico David Wolfson ha dimitido este miércoles como secretario de Estado en el Ministerio de Justicia por «la escala y el contexto» de las infracciones cometidas por el primer ministro, Boris Johnson, y otros miembros del Gobierno al celebrar fiestas en la residencia y despacho oficiales de Downing Street durante el confinamiento. Wolfson, que tiene un escaño en la Cámara de los Lores, difundió en Twitter la carta que le ha enviado a Johnson, que ayer se disculpó tras haber sido multado por la Policía por violar la normativa anticovid en 2020, aunque rehusó dejar el poder. «Lamento que las recientes revelaciones lleven inevitablemente a concluir que hubo repetidas violaciones de las reglas e infracciones de la ley en Downing Street», afirma el abogado, el primer alto cargo en abandonar el Ejecutivo.
«Con gran pesar, he llegado a la conclusión de que la escala, el contexto y la naturaleza de esas violaciones hacen que sea incompatible con el Estado de derecho que esa conducta se deje pasar con impunidad constitucional, especialmente cuando muchos en la sociedad cumplieron con las normas a un gran costo personal, y otros fueron multados o procesados por delitos similares o incluso más triviales», añade. Wolfson subraya que su descontento no es solo por lo que ocurrió en Downing Street, donde hubo una veintena de festejos durante la pandemia, o por la «propia conducta» del primer ministro, sino sobre todo por «la respuesta oficial a lo ocurrido».
«Como obviamente no compartimos esta opinión, debo pedirle que acepte mi renuncia», dice el político conservador. Johnson y su titular de Economía, Rishi Sunak, también multado el martes, han desoído los llamamientos de la oposición y de la víctimas de la covid-19 para que dimitan, con el argumento de que no fueron conscientes de estar violando la normativa y de que ahora deben centrarse en gobernar el país. El líder «tory» está en una posición mucho más fuerte que cuando estalló el escándalo de las fiestas a finales del año pasado, gracias a su papel en la crisis por la invasión rusa de Ucrania. A diferencia de entonces, ahora apenas es cuestionado por los parlamentarios conservadores, los únicos que podrían forzar su salida del Gobierno si él se aferra al cargo.