El Alto Estado Mayor del ejército ucraniano ha afirmado que Rusia no afloja en su asedio a Mariúpol, en el mar de Azov, sino más bien al contrario. Las tropas rusas y prorrusas del Donbás, apoyadas por las milicias chechenas de Ramzán Kadyrov, el presidente y temido señor de la guerra de este territorio caucásico, se encontrarían luchando a sangre y fuego, casa por casa y callejón por callejón, por doblegar la resistencia ucraniana y rendir el puerto y el centro de la ciudad, prácticamente reducida a escombros tras más de un mes de bombardeos.
Sin embargo, Ucrania defiende que Mariúpol todavía resiste bajo su poder en las horas previas a que la tormenta de fuego se cierna sobre el Donbás. «En el territorio de las provincias de Donetsk y Lugansk, en las últimas 24 horas se rechazaron siete ataques enemigos», aseguró el alto mando militar de Ucrania.
Fuerzas prorrusas habían afirmado este pasado jueves que habían capturado el centro de Mariúpol, y este viernes algunas fuentes del mismo entorno han citado que han capturado el estratégico puerto en el mar de Azov, asediado y bombardeado por las tropas rusas desde hace días, pero Ucrania afirma que sus tropas siguen resistiendo. Rusia advirtió ya, al dar por terminada la fase primera de su operación militar en Ucrania, que sus operaciones se concentrarían en el Donbás, donde se ubican las autoproclamadas repúblicas separatistas, cuyo reconocimiento por parte de Moscú precedió a la invasión de Ucrania.
Mientras se produce el avance checheno y ruso hacia las últimas posiciones seguras de Ucrania en Mariúpol la maquinaria de propaganda no cesa. De este modo Rusia trata de argumentar crímenes de guerra atribuibles a las filas ucranianas entorno a los combates en este enclave decisivo. La desinformación hace especial mella en las redes sociales, donde decenas de vídeos apuntan a todo tipo de teorías, en parte gracias a los informadores proclives al poder de Moscú, que también los hay.
Según algunos la antigua planta Azovstal del puerto de Mariúpol cuenta con un búnker secreto de ocho plantas en el cual se ocultarían los dirigentes «nazis» del batallón Azov ucraniano, y los instructores occidentales que según afirman les han entrenado y asesorado militarmente en los últimos tiempos.
Incluso circulan en determinados círculos informaciones de altos cargos de la OTAN capturados en la zona, o la evidencia de boinas de infanterías extranjeras en los vehículos capturados de los llamados marines de Azov, a quienes el Kremlin tilda de «nazis». Todos estos extremos no han sido confirmados por ningún gobierno o agencia de noticias occidental.
Entre tanto, en la cruda actualidad informativa de Mariúpol se cuelan algunas historias de esperanza. El último ejemplo es el de Sasha, que con tan solo 11 años ha pasado un mes entero buscando a sus padres. La familia, originaria de Mariúpol, se reunió al fin y un emotivo vídeo dejó constancia de ello.