Borodyanka es una ciudad a medio derruir por las bombas y los obuses. Este enclave del área metropolitana de Kiev fue uno de los más golpeados durante las largas jornadas de combate entre el ejército ruso y las fuerzas armadas ucranianas, en el curso de la primera parte de la invasión lanzada por Vladímir Putin el pasado 24 de febrero. Poco a poco se conocen más detalles de lo sucedido en Borodyanka, poco después de conocer los hechos de la masacre de Bucha, también en un radio de menos de 70 km. de la capital de Ucrania.
Este jueves Kyiv Post, publicación en inglés de Ucrania, ha contado la historia de Lyudmyla, una mujer mayor que ha esperado «que saquen a sus familiares de los escombros de este edificio destruido en Borodyanka, en la región de Kiev. Ha sido su tercer día quieta en el mismo lugar y esperando, así que los servicios de emergencia le han llevado una silla».
También este pasado jueves el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha insistido en rechazar las «mentiras» rusas sobre manipulación en la masacre de la ciudad de Bucha, y dijo que «todos los delitos de los ocupantes están documentados».
Zelenski apuntó que se ha iniciado una investigación sobre todo lo que han hecho los ocupantes, y que «hay información sobre más de trescientas personas asesinadas y torturadas solo en Bucha. Es probable que la lista de víctimas sea mucho más grande cuando se revise toda la ciudad».
Las autoridades ucranianas tienen información de que el número de víctimas de los ocupantes puede ser aún mayor en Borodyanka y otras ciudades liberadas, dijo, y denunció que en muchas aldeas de los distritos liberados de las regiones de Kiev, Chernigov y Sumy «los ocupantes hicieron cosas que los lugareños no habían visto ni siquiera durante la ocupación nazi hace 80 años».