El presidente saliente de Chile, Sebastián Piñera, ha anunciado que el país ha comenzado a administrar la cuarta dosis de la vacuna contra la COVID-19 y ha alertado de que los casos podrían ascender a los 10.000 diarios en plena ola de contagios.«Hoy hemos empezado la cuarta dosis porque las vacunas con el paso del tiempo van perdiendo eficacia y, en segundo lugar, porque las nuevas variantes pueden hacer que las vacunas pierdan fuerza», ha aseverado en una rueda de prensa junto a la ministra de Sanidad, María Teresa Valenzuela.
Así, ha lamentado que la variante ómicron ha generado «efectos devastadores en todo el mundo». «En Chile estamos en torno a los 4.000 casos, pero quiero ser franco, este número va a aumentar», ha dicho. Con estas palabras ha dado comienzo la vacunación de aquellas personas inmunodeprimidas que hayan recibido la tercera dosis antes del 12 de septiembre. Además, ha alertado del actual escenario epidémico que atraviesa Chile y ha señalado que durante las próximas semanas se espera un aumento de los contagios. Sin embargo, ha asegurado que el «país se encuentra protegido» gracias a la vacunación, por lo que ha hecho un llamamiento a continuar con el proceso de inmunización. «Si bien Chile está bien protegido, este virus se va a propagar y por eso va a aumentar el número de personas contagiadas, pero lo importante es que esos contagios van a ser más leves», ha dicho.
Piñera ha lamentado que, aún así, «el número de personas que requieran hospitalización va a aumentar. (...) Por eso hemos fortalecido el sistema de salud, esperamos que los números superen los 10.000 casos diarios», ha alertado el mandatario antes de apelar a «la tranquilidad». «Tenemos un país que está bien protegido con las vacunas y por eso estamos iniciando el proceso de la cuarta vacuna, que aumenta en 20 veces la protección respecto a una persona que no tiene su vacunación completa, por tanto esta cuarta dosis es muy potente y permite hacer frente a esta nueva ola», ha explicado.