Las autoridades sanitarias de la localidad de Biella (Piamonte, norte de Italia) han denunciado ante los carabineros (policía militarizada) a un hombre que intentó vacunarse usando un brazo de silicona con el objetivo de conseguir el certificado sanitario COVID. El hombre, de unos 50 años, acudió este jueves a un centro de vacunación, donde la enfermera a cargo de la suministración se percató, en el momento de realizar el pinchazo, de que le estaba mostrando un brazo con una silicona muy parecida a la piel, que abarcaba desde el hombro al músculo deltoides, donde se inserta la aguja. Al creer, en un primer momento, que el hombre había sufrido una amputación y le había presentado el brazo equivocado, así que para no ponerlo en una situación incómoda, le pidió el otro, explicó la sanitaria, Filippa Bau, al Corriere della Sera.
Pero al ver que le enseñaba un brazo de silicona «exactamente igual que el otro», la enfermera comprendió que el hombre estaba intentando engañarla para que le suministrara el fármaco en un brazo falso. «Me di cuenta, en un instante, de que el hombre que tenía delante estaba tratando de eludir la vacunación mediante una prótesis de silicona en la que esperaba que yo, sin saberlo, le inyectara el medicamento», explicó. Una vez descubierto, el hombre intentó convencerla de «pasarlo por alto» y continuar con la farsa, a lo que ella se negó y hizo llamar a sus superiores. Finalmente, el hombre reconoció que les había intentado engañar para conseguir el nuevo certificado sanitario reforzado que sólo pueden tener las personas vacunadas o que hayan pasado la enfermedad y que desde el lunes próximo será necesario para poder acceder al interior de bares, restaurantes, locales de ocio y edificios públicos. Las autoridades sanitarias locales presentaron una denuncia a los carabineros, que han informado de los hechos a la Fiscalía.
El presidente de la región del Piamonte, Alberto Cirio, se mostró muy contrariado por «la gravedad de este gesto» y resaltó «el sacrificio» en cuanto «a vidas humanas y costos sociales y económicos» que está costando la pandemia. El nuevo certificado sanitario de refuerzo se sumará a partir de este lunes al actual documento, que también incluye a los poseedores de una prueba de antígenos negativa, y que es necesario para trabajar, acceder al transporte público y transitar por las zonas comerciales. Estas medidas se orientan a impulsar aún más la vacunación en el país, que se sitúa en torno al 85 % de la población con la pauta completa y el 45,66 por ciento con la dosis adicional o de recuerdo.