El Reino Unido simplifica desde este lunes su sistema de gestión de los viajes, de manera que solo mantiene una lista roja de países de mayor riesgo de COVID -se eliminan las verde y ámbar- y reduce el número de pruebas que deben aportar los viajeros vacunados.
El ministro de Transporte, Grant Shapps, declaró que, aunque «la prioridad sigue siendo proteger la salud pública», el aumento del número de personas vacunadas permite «tomar estos pasos hacia un menor coste de los test y para ayudar al sector a continuar su recuperación».
Según la nueva normativa en vigor, se elimina el sistema anterior de «semáforo» y únicamente se conserva una lista roja de territorios de máximo riesgo, de los que solo pueden desplazarse al Reino Unido los nacionales británicos, que han de hacerse varios test y una cuarentena en un hotel designado, con los costes a cargo del usuario.
Se espera que la lista roja, en la que se incluyen muchos países de América Latina, se reduzca en los próximos días a un pequeño número de destinos, de los 54 que hay actualmente.
El cambio en el sistema significa que los viajeros vacunados y menores de 18 años de más de 50 países excluidos de la lista roja y de los que el Reino Unido reconoce la vacuna, no tendrán que hacerse un test antes de embarcar, ni confinarse, y solo habrán de someterse a una prueba PCR al segundo día de llegada al Reino Unido.
En una fecha por determinar a finales de este mes, esa PCR se sustituirá por un más barato test de antígenos en la región de Inglaterra, indica el comunicado difundido por el Ejecutivo.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte deben anunciar en los próximos días cómo adaptan el sistema estatal a sus necesidades, en función de sus competencias.
Las personas vacunadas con preparados todavía no reconocidos por el Reino Unido o quienes no tengan la pauta completa tendrán aún que aportar un test antes de embarcar, una PCR el segundo y octavo día de llegada al Reino Unido y hacer una cuarentena de diez días, con la opción de recortarla con test negativo al quinto día.
Todos los viajeros deberán rellenar un formulario de localización en el que se especifican los detalles del vuelo y de ubicación dentro del territorio británico.